lunes, 25 de febrero de 2013

Confía en ti y sé paciente

La semana pasada comentaba que voy confiando un poco más en la vida, esta semana quiero hablar sobre algo que para mí es un reto y tiene mucho que ver con confiar en ti y en la vida… es la paciencia.

Siempre hago la broma de que la paciencia es algo que no está en mi, que cuando la repartieron ese día yo no estaba, etc. Soy una persona terriblemente impaciente. Desconozco el  motivo de mi impaciencia, no sé si es porque soy muy activa, porque siempre quiero hacer más y más, seguir adelante o simplemente porque lo soy y ya está. Dicho esto ya imaginareis que una de las cualidades que más admiro en los demás es precisamente la paciencia.
Durante mi aventura asiática hasta llegué a creerme que había conseguido algo de paciencia gracias al budismo…pero tampoco es que me durara mucho que digamos.

La gente mayor me comenta que con la edad te vas haciendo más paciente, pero tampoco noto que eso sea cierto en mi…conforme pasan los años mi impaciencia aumenta, por si no me da tiempo a hacer todo lo que tengo pensado hacer!!
 
Así que intentaré esta semana empezar a atraer la paciencia siguiendo estos puntos, así escritos es una forma de comprometerme y de ponerlos en práctica.

Esfuerzo, una vez más. Tienes que confiar que si te esfuerzas y haces todo lo necesario para conseguir algo o llegar a algo, es suficiente. Por ejemplo, si quiero estar más sana, si mantengo una alimentación saludable es suficiente. Si quiero ponerme en forma, si hago ejercicio, será suficiente. Si quiero prosperar en mi carrera profesional, si estudio o complemento mis conocimientos con un curso, es suficiente. Pero hay que hacerlo! Con esto quiero decir que después de hacer algo, sólo queda esperar el mejor resultado.
Vivir el presente. Para ser paciente hay que centrarse en el momento presente, disfrutar del viaje y no sólo pensar en llegar a la meta. De esta forma también eliminaremos la ansiedad y estaremos más tranquilos.

Ser más buena contigo misma. Ya dije anteriormente que muchas veces somos nuestras peores enemigas, así que tenemos que ser más pacientes con nosotras mismas y ser más dulces con nuestro diálogo interno.
Esta semana voy a “trabajar” la paciencia, primero conmigo misma y luego con los demás. Ya puestos, me gustaría que tú también lo pusieras en práctica y que me contaras si has notado alguna diferencia!

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