¿Por qué? Y lo que es más importante, ¿por qué otras mujeres, que estoy segura que tú también conoces, no se rinden y siempre están “luchando” por aquello que quieren? Creo que la diferencia entre unas y otras es la falta de claridad, es decir, el tener claro no solo lo que quieres, sino saber el “precio” que tienes que pagar y estar dispuesta a pagarlo.
Por ejemplo, si quieres ponerte en tu peso ideal, tienes que saber que el precio que tienes que pagar es tener disciplina a la hora de comer bien, hacer ejercicio y cambiar de mentalidad, verte a ti misma como una mujer en su peso ideal, sana y en forma. Yo soy de esas mujeres luchadoras, como una hormiguita y cuando quiero algo, me automotivo día tras día para hacer lo que tenga que hacer y conseguir aquello que me he propuesto y que yo creo que me merece la pena. Eso sí, no siempre es fácil… La clave es tener claro desde el principio lo que tienes que hacer y estar dispuesta a hacerlo sin pensar mucho más en ello. ¿Qué te gustaría conseguir y estarías dispuesta a luchar para conseguirlo? Empieza a decidir qué puedes hacer para lograrlo y ¡a por ello!
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